Prisión preventiva a líder de secta por abuso y trata de persona
La Justicia Federal de Córdoba dictó el procesamiento con prisión preventiva por delitos de abuso y trata de personas para Álvaro Juan Aparicio Díaz y su pareja Carolina Cannes, que se autodenominaban como Sanadores Egipcios en la Fundación Académica Seshen que regenteaban en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero.
La Justicia Federal de Córdoba dictó el procesamiento con prisión preventiva por delitos de abuso y trata de personas para Álvaro Juan Aparicio Díaz y su pareja Carolina Cannes, que se autodenominaban como Sanadores Egipcios en la Fundación Académica Seshen que regenteaban en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero.
La resolución fue dictada por el juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja en contra de Aparicio Díaz por los presuntos delitos de “abuso sexual con acceso carnal y trata de personas con fines de explotación laboral y económica, reducción a la servidumbre y asociación ilícita”.
En tanto Cannes, su pareja, fue sindicada como supuesta “cómplice en las maniobras para la captación de las víctimas y el sometimiento” que cometía su pareja, detalló el juez Vaca Narvaja a la emisora local de radio Universidad.
La causa se originó en marzo de 2021 a partir de denuncias en jurisdicción de la fiscal de Villa Cura Brochero, Analía Gallaratto, y luego derivada a la Justicia Federal debido que los delitos que se investigan corresponden a esa jurisdicción.
El magistrado dijo que luego de más de un año y medio de investigación “se reunieron suficientes elementos para establecer el grado de probabilidad sobre los hechos denunciados”.
Asimismo, sostuvo que la investigación se encuentra en el tramo final, que sólo restan los resultados de algunas pericias para la elevación a juicio de la causa, y al respecto especificó que la mujer “no tiene participación en los abusos sexuales” que se le adjudica a Aparicio Díaz.
También dijo que los acusados “no mostraron ningún signo de arrepentimiento” y que en las indagatorias se defendieron diciendo que “forman parte de una asociación religiosa con ciertos fines caritativo, que hacían las cosas conforme a sus creencias y a la libertad religiosa”.
A principios de año el juez Vaca Narvaja había resuelto el sobreseimiento de nueve personas que, en principio, fueron imputadas pero que luego quedó demostrado que fueron víctimas “captadas y manipuladas psicológicamente”.